¿Quién vigila a las y los que nos vigilan?

Feministas y policías con licencia para linchar y agredir.

autor: Ricardo Garavito DNI 23.968798

  En la noche imaginé una vez una sociedad completamente desigual y totalitaria donde los heterosexuales blancos teníamos prohibido transitar por las calles y las feministas amenazaban con enviar patotas gremiales o policiales de mafiosos a golpearnos. La pesadilla se volvió realidad, lo que pasa en las calles y nadie te cuenta, policías golpeando y tacleando transeúntes a poco de haber muerto por una patoteada parecida a la que recibí yo un joven a manos de rugbiers, pero esto que registré es el sueño feminista vuelto realidad, una sociedad policiál que primero pega y luego pregunta a dónde vas.

Un joven aterrado en una cuadra, desde los balcones la gente arengando el linchamiento y festejándolo.
Y como siempre, el único medio registrándo los hechos el mío, el medio independiente.

Ampliaremos.

El feminismo llegó a acumular tanto poder que se consideraba su voz una orden científica, fuente de toda razón y justicia, pero veamos que tanto es así y qué fácil al acumular tanto poder una mujer puede convertirse en consejera que da consejos que despunten en asesinatos seriales en masa por pandemia ¿no?