Esta historia comienza el día en que te despertás del sonambulismo zombie panfletario
Los primeros años de tu vida transcurren mientras te van programando para ser un sonámbulo zombie que vive dormido. Te ponen un nombre que no elegiste, te dan un número que queda asignado a tu nombre como si fueses un preso en un campo de concentración nazi o stalinista y te brindan conocimientos y costumbres prestadas que no has elaborado tú desde un criterio ético y científico sino que te son impuestas. Así comienzas a repetir cosas, palabras, conductas, costumbres que no cuestiones, que ni siquiera sabes si son lo correcto o lo nefasto del mundo. Tal vez vivas así de muerto toda tu vida y mueras así de dormido sin jamás despertarte. El tiempo muerto de la repetición de lo no empírico no es ni ha sido jamás parte de la vida ni de la libertad sino todo lo contrario, es parte de la muerte y de la cárcel simbólica que se vuelve de a poco sólida, física, estructural.